Abierta violación a los derechos humanos de migrantes/CNDH debe intervenir
Piedras Negras, Coahuila.- Visitantes connacionales, así como ciudadanos de Piedras Negras, Coahuila, desde hace algunos días despertaron con la noticia de que el alcalde Claudio Bres Garza , ordenó a las dirigencias de las diferentes agrupaciones de taxistas, instruir a sus socios a pedir su identificaciones a los pasajeros a ver si son extranjeros o mexicanos.
Piedras Negras, Coahuila, es uno de los puntos más importantes en el flujo de migrantes centroamericanos a Estados Unidos, situación que aprovecha Bres Garza, para emprender feroz persecución contra quienes buscan el sueño americano.
Ahora resulta que los taxistas no sólo serán prestadores de servicio de transporte pasajeros, sino una especie de agentes migratorios encubiertos, ya que esta clase de operativos solo le corresponde a personal del Instituto Nacional de Migración.
El alcalde Claudio Bres, al conferir a los taxistas la facultad de solicitar su identificación a cualquier persona que por su aspecto aparente ser un migrante, incurre en la violación de los derechos humanos del libre tránsito por el país, así como la ley general de protección de datos, en vista del mal uso que podrías darse a la información confidencial de cada ciudadano migrante.
Ahora la doble función de los taxistas, puede resultar un presidente en negativo en esta ciudad fronteriza en la cual numerosos migrantes Centroamericanos se concentran y realizan preparativos para aventurarse al sueño americano
La práctica se ha vuelto común, incluso el Estado la ha justificado ante el clima de violencia e inseguridad que impera en el país.
Ahora resulta que el reyezuelo qué se siente el monarca de Piedras Negras, pasa por encima de los derechos humanos de la población migrante.
Entre los derechos humanos de la población migrante figuran el de Derecho a la libertad de tránsito.
Toda persona tiene el derecho de circular libremente por el territorio mexicano, sin que tal derecho sea restringido sino en virtud de una ley y por razones de interés público.
Derecho a la dignidad humana.
La condición de migrante no le resta valía a ningún ser humano, por tanto, nadie (autoridades y particulares) tiene derecho a dar un trato diferenciado y excluyente a éste grupo de población.
Su paso y estadía por el México no debería significar un riesgo latente de abuso de sus derechos humanos.