
Víctor Fuentes Solís, ya no aguantó la presión desde el centro del país, la consigna, se baje de la candidatura a la alcaldía de Monterrey.
Su salida: «Era bola cantada»
En el argot político existe un dicho muy popular que reza «La Politica es el arte de comer mierda, sonreír y pedir más”. Es un dicho muy antiguo, de hecho, es médula central del adoctrinamiento político, propio de los políticos de viejo cuño.
Víctor Fuentes se comportó como un novato, nunca lo aplicó.
La soberbia de Víctor Fuentes descarriló su candidatura
Víctor, cometió un pequeño, pero muy grave error, un grave yerro que llegó a oídos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
«No estoy en MORENA, ni tengo que pedirle disculpa a nadie» tras ser cuestionado hace varias semanas acerca si pediría una disculpa al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador luego de la serie de descalificativos que publicaba en las redes sociales.
Es de dominio público, la rabia que destilaba este enano político en contra Andrés Manuel López Obrador cuando era militante del PAN, la clásica agresividad propia de la ultra derecha recalcitrante, al servicio de las oligarquías mocha de ideas y arrodillada ante el Opus Dei.
Durante una entrevista, que un reportero le realizó en abril, a Víctor Fuentes le traicionó el subconsciente; ,creyó que se encontraba en el PAN, olvidó estar portando la camisa de la coalición encabezada por Morena «Juntos haremos historia» a la cual llegó de arrimado y por invitación de Clara Luz.
No se olvide, Víctor Fuentes no llegó por convicción, sino por invitación, y conveniencia; el reciclaje de un traídor e indisciplinado en el PAN.
Clara Luz lo arropa, lo llamó y Víctor aceptó.
El error de Víctor Fuentes fue negar la cruz de su parroquia, eso le costó la candidatura, la orden llegó de México, se baja de la contienda electoral a como dé lugar.
Primero se orquestó la versión de la renuncia de su equipo de comunicación social, se maquillo como una cuestión de inconformidad, a bocajarro saltaron los señalamientos e inconformidades, no era conveniente evidenciar que la orden vino del centro del país, la intervención de la mano de hierro presidencial, en esos días cuidaban las formas, no cómo ahora.
Una fuente muy cercana a Jesús Ramírez Cuellar confirmó a Vector Norte que Andrés Manuel fue tajante al mirar la entrevista que evidenciaba a Víctor Fuentes nuestra fuente señaló que el paladín de Macuspana, psic «andaba emputado por las mamadas que vomitó ese pendejo azul».

La soberbia de Víctor Fuentes, el orgullo que lo caracteriza y que mucho le perjudica lo mantuvo en la candidatura tres semanas, más después de la orden.
La orden fue tajante o se baja o se baja, también llegó una instrucción para Clara Luz, distanciarse de este político o atenerse a las consecuencias, antes que finalizara abril Clara comenzó a marcar una distancia muy prudente, reuniones vecinales en Monterrey donde el ausente era Víctor Fuentes.
El jalón de orejas fue después de la visita de López Obrador en Cadereyta.
A Clara Luz se le dio el ultimátum de modificar algunos aspectos de imagen de su campaña resaltar el rojo guinda, a Víctor Fuentes se le hizo un llamado a cuadrarse o largarse. El soberbio candidato omitió colaborar.
El discurso separatista de Víctor prosiguió hasta en el debate de candidatos a la alcaldía de Monterrey, » yo no pertenezco a ninguno de los cuatro yo no pertenezco a Nueva alianza no pertenezco al verde ecologista al PT a morena simple y sencillamente estoy como cualquier otro ciudadano.
hoy la candidatura de Víctor Fuentes cae por su propio peso, Clara Luz marcó sabía distancia.
Víctor Fuentes salía solo, realizaba recorridos grises y soporiferos, seguido sólo por unos cuantos que se mantienen leales por el dinero que les da.
Hoy cayó Víctor Fuentes por su propio peso y su soberbia