Tal cómo ocurrió hace algunos años en el Ejido de Santa Anita, el mismo fenómeno se está observando en estos días en el Ejido Los Corrales, la gente empieza abandonar sus casas a pocos días que una familia fue masacrada por sicarios del crimen organizado.
La nota sobre el horrendo crimen, en el que fallecieron cinco integrantes de una familia, asesinados por sicarios que querían entrar a la fuerza al predio conyugal, para resguardarse de sus enemigos durante un enfrentamiento armado, ha sido guardada y acallada por infinidad de medios informativos así como los amanuenses oficialistas tanto del gobierno de Tamaulipas y del gobierno de la cuarta transformación.
Esta mañana elementos policiacos intentaron agredir a vecinos del ejido Los Corrales cuando éstos realizaban labores de mudanza ante la creciente inseguridad.
Tripulantes de una patrulla fueron objeto de reclamos cuando supuestamente intentaron agredir a los vecinos.
Entre insultos, mentadas de madre y reclamos, los habitantes exigían seguridad, exigían un alto a la violencia, denunciaban que los policías están coludidos con el narco lo cual es una realidad.
Hoy en Los Corrales, se empieza a vivir el mismo fenómeno de Santa Anita, la gente comienza a abandonar sus casas.
Esa es la triste situación que prevalece en la denominada frontera chica, una pequeña franja de territorio de Tamaulipas que se encuentra entre Nuevo León y Estados Unidos.